La transmisión de agentes infecciosos entre pacientes, mediante los diversos instrumentos, aparatos, materiales y superficies del consultorio es un riesgo potencial. Tanto los cirujanos dentistas como personal auxiliar están en contacto diario con la mucosa, la saliva y la sangre de muchos pacientes. El virus de la hepatitis B constituye un gran riesgo para quienes laboran en un consultorio dental. Además, entre los pacientes algunos son portadores de bacterias resistentes a los antibióticos. Es posible que algún dentista adquiera la infección por estas bacterias y las transmita a otras personas. El cumplimiento con las recomendaciones para la prevención y control de infecciones protege y ofrece mayor seguridad a los pacientes.*
*Dr. Enrique Acosta Gío
Sugerencias:
- Capacitación a los que laboran en el consultorio
- Mantener la higiene de ambiente y superficies en estado óptimo
- Usar productos de alta duración y alta calidad
- Higiene de manos de acuerdo a los lineamientos de la OMS para consultorios dentales