Muchas veces damos por hecho que la comida que compramos en el súpermercado es segura para comer y nutritiva, siempre acomodada y bien iluminada en los gabinetes y repisas, y que el aire que respiramos es saludable. Pero muchos factores pueden afectar la salud del consumidor:
Las condiciones de ventilación y purificación del aire en la tienda.
Es importante que el ambiente sea adecuadamente purificado para evitar recirculación de patógenos en grandes volúmenes de aire a los que están expuestos grupos numerosos de personas.
La higiene de los empleados de la tienda.
En todos los negocios dedicados a la preparación o procesamiento de comida, existe el riesgo común de que se contamine la comida debido a la mala higiene del personal, por ejemplo, por medio de las manos, que pueden transferir bacterias fácilmente de una superficie contaminada a la comida fresca.
Es importante que el personal observe buenas prácticas de lavado de manos continuamente cuando va a manejar alimentos.
Bacterias en carritos y canastas
Cuando uno manipula el carrito del súper o la canasta, puede estar manipulando también la historia higiénica de cientos de personas más. Por medio del carrito, se puede contaminar toda la comida que uno ponga en él.
Alimentos crudos
La carne cruda, pollo, pescado y mariscos, pueden acarrear enfermedades infecciosas y ser un riesgo grande si no se manejan y se empacan correctamente. También los productos preparados y empacados en la tienda necesitan los mismos estándares de cuidado que los de un restaurante o una procesadora de alimentos.
Ofrecemos soluciones para la higiene y desinfección de manos y superficies, así como para la purificación de ambiente.